Os presento otra de mis pasiones: la cocina. Me encanta cocinar. Me relaja y me entretiene. Y encima salen cosas riquísimas con las que seguir disfrutando. Me encanta planear recetas y buscar la receta perfecta para cada ocasión, y cuando tengo invitados o algo que celebrar, ¡ya ni hablamos! ¡¡Las tardes en la cocina se me pasan volando!!
Ya iré poniendo fotos y artículos sobre cositas que hago. Por ahora os dejo una receta fácil y muy rápida por si queréis animaros a hacerla y unas fotos para que veáis cómo me quedó a mí.
Hace poco vino a casa una amiga a la que hacía AÑOS que no veía. Habíamos quedado dos semanas antes para tomar café en mi casa, pero con tan mala suerte que justo ese día me puse malísima. Tuve que volverme antes del trabajo (en taxi! qué mala estaba...) así que mis planes de comprar unos pastelitos ricos para acompañar el café se esfumaron. Llegué a casa, me acosté y cuando me levanté (ya un poquito mejor) faltaba media hora para que llegaran así que me puse a buscar algo rápido de hacer y con ingredientes "normales" de los que tenemos en casa en cualquier momento y dí con esta receta a la que he añadido un par de variantes.
- 100 gr harina
- 100 gr azúcar
- 4 cucharadas soperas de aceite girasol (puede ser de oliva si queréis un sabor más tradicional, más de "bizcocho de la abuela")
- 2 cucharadas soperas de leche (si lo queréis más esponjoso pueden ser 3 ó 4)
- 1 huevo
- Una pizquita de sal
- Frutos secos: yo les puse nueces (se pueden cambiar por frutos rojos o eliminar de la receta si no tenéis ni secos ni rojos)
Modo de preparación: Se pone a precalentar el horno a 180º y mientras se mezclan todos los ingredientes en un bol. Quedará una masa un tanto pegajosa de color amarillento. Con esta masa rellenamos cualquier molde que tengamos en casa. Yo usé unos moldes de silicona para magdalenas en dos tamaños: normal y mini. Sólo eché una cucharadita de masa en cada molde. Lo justo para tapar el fondo. (También puede meterse la masa en una manga pastelera para hacer pequeñas bolitas y ponerlas en una bandeja de horno previamente engrasada, o con papel de horno, y nos ahorramos tener que engrasar la bandeja y luego frotar para que salga la grasa.)
10 minutos de reloj al horno y ¡listo! Ojo con el tiempo porque se queman enseguida!! Se pueden decorar con azúcar glass o con lo que tengáis a mano.
Estos son los míos. Espero que os animéis a hacerlos cualquier rato que tengáis libre, cuando queráis experimentar en la cocina, comer algo rico, sorprender a alguien, o cuando os apetezca. ¡¡Besos a todos y a cocinar!!
me encantas tu y tus recetas se la daré a Antonio para que empiece a hacer dulces!!
ResponderEliminarme muero.. qué ganas de tomarme unas con el café de esta tarde (y de tener tiempo libre para saborearlas.. jajaja).
ResponderEliminarbesitos