¡Tengo frigorífico nuevo!

Y, para celebrarlo, me he puesto a hacer "repostería fina": cake pops y magdalenas del monstruo de las galletas.

El que no viva, como yo, en el valle del Guadalquivir, no sabe lo que es el calor en verano. Abrir la ventana y que entre fuego de la calle, literalmente.

¿Y qué mejor momento para que se rompa el frigorífico que julio? Sí, quizá agosto. Pero mi frigorífico no tenía tantas ganas de vivir como para llegar a agosto y ya nos ha dejado. No quiero ni contar lo que es encontrarte el frigorífico roto con todo lo que había dentro echado a perder cuando te levantas de buena mañana para ir al trabajo... El olor, el suelo pegajoso de haberse derretido todo, ponerse a fregar antes de tomarse el café... En fin, mejor lo omito. Pero lo peor es estar a 43º y no tener ni agua fresca para beber, porque la que sale del grifo parece que viene directamente de una fundición de acero.

Así que imaginaros el subidón que me dio cuando por fin nos trajeron el nuevo frigo!!! ¡¡Precioso!! ¡¡Y mucho más grande que el que tenía antes!! Con su congelador con cajones y todo! Y no la caja de zapatos que tenía antes que le metías los cubitos y las espinacas y ya estaba lleno. 

Así que, con el subidón, me propuse hacer algo para celebrarlo. Ya ves. Celebrar que tengo frigorífico. Es como hacer una fiesta para celebrar que tengo dos ojos. Jajajaja. Pero la verdad es que me sirvió de excusa para hacer estas cosas tan ricas!!! Estaban... estaban... ¡Madre mía! Qué bueno!!! Y yo a dieta!!!! ¿¡Cómo se me ocurre!?

 

Los cake pops se han convertido en los dulces favoritos de mis amigos. Son pequeñas bolas de bizcocho cubiertas de chocolate (en este caso, azul) y decoradas con lo que queramos. Yo tenía ganas de probar a hacer esta rosa de fondant teñido así que se la planté encima al cake pop. Estaban buenísimos. 

Ya he probado con un par de recetas de bizcocho diferentes para los cake pops, pero por ahora esta es la que va ganando.  

El relleno se queda cremoso y esponjoso y el exterior de chocolate se endurece y cruje al morderlo. La mezcla es perfecta. ¿¡¡Quien me mandaría a mí hacer dieta!!?

Y, para rematar la faena, también hice estas magdalenas del monstruo de las galletas. ¿Qué le vamos a hacer? Tenía el día creativo!! Me gustó mucho como quedaron. Son súper monas y muy originales. Y todos los ingredientes que llevan están buenos por separado... así que juntos están todavía más buenos. 

Mis monstruitos. ¿A qué, más que miedo, dan ganas de comérselos?

Estos son los collages que os dije en el anterior post. 

Os dejo con ellos. Espero que os hayan gustado ambas cosas. 

¡Nos vemos pronto!

Besos para todos y gracias por estar ahí.